(Edificio de la Rectoría)
sábado 13 de junio de 2009, actualizado Junio 14, 2009Junio 14, 2009
México, 13 Jun 09 (EL UNIVERSAL).- Es bien sabido que la Universidad Autónoma de Chapingo es una institución dedicada a la enseñanza, investigación y servicio en el ámbito del campo mexicano.
Pero lo que no todos saben es que sus paredes presumen de numerosas obras de los principales exponentes de la plástica mexicana, además de algunas pinturas religiosas pertenecientes a los siglos XVIII y XIX, lo que convierte a la casa de estudios en una joya artística y cultural de nuestro país.
El edificio en el que se encuentra la institución educativa fue, en su tiempo, la Ex Hacienda de Chapingo, propiedad del general Manuel González, razón por la cual el inmueble tiene una estructura diferente a la de una escuela tradicional. El encargado de la reestructuración fue el connotado arquitecto Antonio Rivas Mercado, quien adecuó áreas de estudio, dormitorios y de servicio.
(General Manuel Gonzalez)
Ya con la remodelación concluida, en los primeros años de la década de los 20, el ingeniero Marte R. Gómez, uno de los promotores culturales más destacados del siglo XX y pieza fundamental para el desarrollo de las artes plásticas en el país, en ese momento director de la Escuela Nacional de San Jacinto, invitó al maestro Diego Rivera a pintar las paredes de Chapingo.
El edificio principal es donde reposa su obra, acompañada de algunas pinturas de Xavier Guerrero, en lo que hoy en día se ha convertido en el Museo Nacional de Agricultura de la universidad.
(Xavier Guerrero)
"El trabajo de Rivera es extraordinario pues colocó en los muros la ideología heredada
del proceso revolucionario que recién finalizaba en el momento en el que realizó los murales", comenta el coordinador del museo, Luis Morett.
El tour artístico comienza con la pintura de Rivera en la que retrata la misión de la
institución, que se distingue por la leyenda "Aquí se enseña a explotar la tierra, no a los hombres".
A esta obra la acompañan dos murales, el del lado derecho representa cómo sería México si se gobernara por los conservadores (la derecha) en la visión de Rivera. Resalta a los tres poderes imperantes: el clero, la milicia y el capitalismo. En esta escena los campesinos son explotados por la burguesía, por lo que no hay un desarrollo de la Tierra.
Mientras que en el lado opuesto, pinta al país gobernado por la izquierda, desde su punto de vista. Aquí se unen los campesinos con los obreros para lograr un progreso laboral, científico y cultural.
El recinto artístico también posee, en una de las salas, tres paneles, bajo la técnica al fresco, de Xavier Guerrero, acompañadas de algunos retablos religiosos del siglo XVIII y XIX.
"Actualmente estamos haciendo una remodelación en las instalaciones para ampliar el espacio, y encontramos, en una de las paredes que pertenecían al granero, unos graffitis que suponemos fueron hechos cuando Chapingo era todavía una hacienda; con éstas sorpresas no sabemos cuándo dejará de crecer el acervo cultural de este lugar", agrega Morett.
Acompañando a la obra de los grandes muralistas mexicanos alojada en el museo, se encuentran las exposiciones, temporales e individuales, de objetos y vestimenta pertenecientes a las diferentes regiones de la República Mexicana.
Otra de las zonas artísticas, que no pertenece al museo pero que no por eso deja de ser muy valiosa, es el llamado Partenón —que antiguamente era un tinacal— el cual contiene más de una decena de pinturas del artista mexicano Luis Nishizawa, que hablan de la historia de la agricultura en nuestro país.
(Luis Nishizawa)
("Indígena" por Luis Nishizawa)
Como en toda institución educativa que se respete, Chapingo cuenta con una sala en
la que cuelgan los retratos de los que han sido sus directores, desde su fundación hasta nuestros días, a manera de semblanza histórica. Su creación se promovió en la década de los 40.
Lo que hace más valiosos a estos retratos es que en algunos casos se trata de retratos realizados por algunos de los principales exponentes de la plástica mexicana.
Se encuentran obras de artistas como Gustavo Montoya, Ignacio A. Rosas, Raúl Uribe Castillo, Xavier Guerrero, Feliciano Peña, José Clemente Orozco, Manuel Rodríguez Lazcano, José Reyes Meza, Juan de M. Pacheco, Luis Covarrubias, Juan O'Gorman, Celia Calderón, José Chávez Morado, María Izquierdo y Olga Costa.
Además de Carlos Orozco, Jesús Guerrero Galván, Jorge González Camarena, Diego Rivera, Frida Kahlo, David Alfaro Siqueiros, Agustín Lazo, Gerardo Murillo "Dr. Atl", Federico Cantú y Ángel Zárraga, por mencionar algunos.
(Obra de Jesús Guerrero Galván)
("Las Dos Fridas" por Frida Kahlo)
"Los retratos son metáforas del personaje, cada pintor plasmó a su manera a los directores, algunos apegándose al realismo, otros no tanto", subraya Morett.
Todas las obras fueron donadas de los autores y algunas de ellas han salido de Chapingo para ser expuestas en museos dentro y fuera del país.
La Universidad de Chapingo cuenta con una capilla que en algún momento funcionó como templo, hasta que en 1924 se convirtió en un santuario del trabajo del maestro Diego Rivera y por eso toma el nombre de Capilla Riveriana.
En sus paredes el muralista mexicano plasmó su pieza monumental titulada Tierra fecunda, producto del movimiento artístico-ideológico surgido después de la Revolución Mexicana.
La puerta de madera contrapone, en grabados, del lado izquierdo a los trabajadores de la tierra, los buenos, que triunfarán gracias a su esfuerzo y lucha por un mejor país. Mientras que las personas del lado derecho, los malos, tienen riqueza pero no progresarán porque sólo les interesa lo económico.
Al entrar a la capilla se observa, como punto de partida, la unión de la hoz y el martillo —los campesinos y los obreros—, símbolo del Partido Comunista.
La obra se divide en tres partes: del lado izquierdo, el tema es la lucha del hombre por la tierra; del derecho, la evolución de la madre naturaleza y en el centro, la comunión entre el hombre y la tierra.
La parte correspondiente a la lucha del hombre por la tierra hace un homenaje a los trabajadores del campo que dedicaron su vida a defender sus cosechas para sobrevivir.
Rivera destaca todas las trabas a las que los campesinos tuvieron que enfrentarse durante la etapa de la Revolución, como el clero, los militares y la burguesía que los explotaba y humillaba.
A pesar de esto, en la representación de Rivera, no se dan por vencidos y levantan la voz para exigir sus derechos, logrando obtener un progreso ideológico en la sociedad.
Por su parte, las obras correspondientes a la evolución de la naturaleza comienzan con una pintura que representa a los cadáveres de Emiliano Zapata y su compañero de lucha, Otilio Montaño, quienes están fertilizando el campo mexicano, haciendo brotar de la tierra el maíz, alimentado por el astro rey: el sol.
Además de la tierra, el pintor mexicano también destaca a los otros tres elementos: fuego, aire y agua, como la base fundamental de la vida.
La serie termina con la escena de un campo fértil que otorga a los seres humanos los frutos necesarios para su existencia.
El mural que se ubica en lo que correspondería al altar de la capilla, es dedicado al paraíso, según el pintor. Eva se encuentra al lado de Adán, el cual lleva la manzana en su mano, para regresar al paraíso.
Entre ellos se encuentra un niño que simboliza el progreso y la llegada de las nuevas tecnologías. También se encuentra Prometeo, quien le está dando al hombre el fuego que le robó a los dioses.
Al centro aparece una mujer desnuda que está embarazada, símbolo de fecundidad, que en su mano derecha tiene una semilla de la cual brota una planta y la izquierda la tiene levantada para representar la paz porque terminó la lucha armada.
En 2007, uno de los trabajadores de la universidad, Jorge Díaz, quien también es pintor, propuso realizar una bienal de arte contemporáneo para impulsar el trabajo de los artistas locales e invitar a extranjeros a conocer la riqueza cultural de Chapingo.
"Fueron muchos sacrificios y esfuerzos para llevar a cabo este proyecto pero al final lo hicimos y a pesar de que tuvimos algunos errores, creo que el objetivo se cumplió", afirma el coordinador de la Bienal.
Así, en noviembre de 2008 arrancó este primer encuentro artístico que tuvo como eje conductor el tema Arte con raíz en la tierra, para no perder de vista la importante misión de la institución.
Se reunieron más de 200 importantes artistas, provenientes de 35 países, quienes presentaron alrededor de 870 interesantes propuestas en las diferentes disciplinas artísticas como pintura, escultura, video, instalación y obra gráfica.
"Pretendemos realizar una segunda Bienal en 2010, a propósito de las celebraciones correspondientes al Bicentenario, y esperamos ya no cometer las fallas que tuvimos en la primera para que el evento resulte ser todo un éxito", comenta Amílcar Olivares, jefe de Programación Artística y Difusión Cultural de la universidad.
Diario Rotativo de Querétaro
No hay comentarios:
Publicar un comentario